La Salud Visual

Es la ausencia de enfermedad ocular, acompañada de una buena agudeza visual. Esta agudeza visual, en algunos casos con (hipermiopía, miopía, astigmatismo), puede requerir la asistencia de unas gafas, pero eso no quiere decir que el ojo tenga una enfermedad.

 

Cuidarse es tener hábitos saludables, una dieta sana, una ingesta adecuada de vitaminas (A, C, E...), ya sea a través de la alimentación o de suplementos, y el consumo de elementos antioxidantes (presentes en varias vitaminas y minerales) que parecen tener beneficios para la salud en general y, en concreto, para la salud ocular.

 

 

La salud visual ha de entenderse  desde un punto de vista global, no solo teniendo en cuenta nuestros ojos.

Cuando forzamos la vista se debe tener en cuenta la iluminación, la postura y un uso adecuado de lentes, en caso de necesidad. Hoy día existen más alteraciones visuales como consecuencia del empleo del ordenador y de otros dispositivos electrónicos, Para mantener una buena salud visual hay que evitar todos aquellos hábitos que conlleven un esfuerzo de la vista como tener poca iluminación; la mala alimentación por déficit vitamínico; una higiene inapropiada de la cara y de los ojos y el tocarse los párpados constantemente con las manos sucias, que pueden provocar infecciones; el tabaquismo, que reseca la lágrima; apretar o rascar los ojos cuando pican porque causa problemas de la córnea; no dormir lo suficiente, porque durante las horas de sueño la superficie ocular se recupera de las agresiones de todo el día.

 

 

Estrés y Visión.

El estrés puede afecta muchísimo a la visión.
Si alguna vez habéis sentido temblor de ojos, inflamación ocular o pérdida de visión temporal estos pueden ser síntomas del estrés en nuestra vista, y, aunque en la mayoría de las ocasiones desaparecen tras un período de descanso o relajándose, hay que prestarles atención por si pudiera tratarse de alguna patología subyacente más seria. En estos casos debemos modificar nuestros hábitos.

 

Los problemas visuales pueden ir limitando nuestra vida diaria sin darnos cuenta. Pueden ocasionarnos problemas de equilibrio, de coordinación motora, de comprensión lectora; afectarnos en nuestro desempeño laboral por falta de concentración y atención debido a la fatiga visual, al rendimiento escolar en los niños… Limitarnos en nuestras actividades diarias, generando inseguridades, sentimientos de incomprensión, baja autoestima…

 

 

 

Fatiga informática.

Síndrome Visual informático (SVI).
Afecta al 90% de las personas que utilizamos dispositivos más de 3 horas seguidas al día. La mayoría de estos síntomas son temporales y desaparecen cuando dejamos de mirar fijamente las pantallas, aunque en algunas personas alguna de esta sintomatología puede permanecer.

 

Cuando llevamos mucho tiempo trabajando o leyendo concentrados con la mirada fija parpadeamos menos y al final podemos sentirnos incómodos, pudiendo aparecer:


● Irritación ocular ● Fatiga visual ● Visión borrosa ● Sequedad ● Picor ● Cefalea ● Dolor de cuello y hombros...

 

 

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